lunes, 1 de septiembre de 2008

practicas peligrosas para la iglesia

PRÁCTICAS QUE PUEDEN SER PELIGROSAS PARA LA IGLESIA

Hay prácticas que tanto en el pasado como en el presente se han introducido en la
Iglesia resultando ser desastrosas. Algunas de ellas son conocidas por su nombre; otras, las acuñaremos según nuestra modesta apreciación. Ellas son:

1 Pragmatismo o utilitarismo. La costumbre de utilizar todo aquello que sea funcional y redunde en beneficio, no importando lo deshonesto que sea. Este pragmatismo sostiene la postura de la Inquisición Española, de que “El fin justifica los medios”. De ninguna manera se puede defender con la Biblia aseveraciones como las de Peter Wagner, de que hay tal cosa como “pragmatismo santificado”.

2 Sincretismo. Sincretismo es el sistema filosófico que intenta conciliar doctrinas diferentes. Si en algún período de su historia la iglesia ha sido sincretista es en nuestros días. No sólo ha desenterrado herejías del pasado sino que ha abrazado ideologías de otras religiones, sistemas filosóficos, sociedades secretas, tales como la Franco-masonería, los Illuminati, métodos de la psicología que no han sido comprobados ser científicos, ocultismo (magia, brujería, visualización, canalización, levitación, viajes extracorpóreos, meditación trascendental, yoga, uso de talismanes, clarividencia, el poder de la palabra, pensamiento positivo, el hombre es un pequeño dios con poderes creativos, etc.), y para no andar con rodeos tontos, satanismo.

Puedo probar, y desafío a cualquier seguidor de César Castellanos e incluso a él mismo y su esposa Claudia, a un debate público, y les puedo probar que
muchas de sus prácticas son SATÁNICAS.

Sin embargo, para muchos líderes de la Iglesia de Dios, esto es irrelevante: ¡Hay que tomar lo bueno que ellos tienen y no hacerle caso a lo malo! Como dijo uno: “Cuando como un aguacate, como la pulpa y tiro la semilla.” ¡Dios mío, qué escrúpulos hacia la sana doctrina!

Desafío también a un debate público a la persona que escribió en ‘El Evangelio de la Iglesia de Dios’, en uno de sus artículos las siguientes palabras: “Tengan cuidado con los falsos profetas, o los rumores de los mal informados que la única forma que tienen para conseguir atención es atacando a los que están haciendo algo para Cristo. A ellos no se les puede atacar porque no están haciendo nada. Estos, en vez de ver lo positivo en un programa sólo ven lo negativo. ¿Dejaremos de evangelizar de casa en casa, sólo porque los Testigos de Jehová lo hacen?”

¡Por amor de Dios, no se trata de criticar la acción evangelística! ¡Se trata de tomar en consideración la doctrina que se enseña! Y si algunos de los involucrados en esta revista somos considerados “falsos profetas”, “mal informados”, que “deseamos conseguir atención”, “que atacamos a los que están haciendo algo”, “que no hacemos nada”, “que sólo vemos lo negativo”, estamos dispuestos a participar en un debate público para ver quiénes son los que promueven la falsedad, quiénes son los mal informados, quiénes son los que están haciendo algo para defender la verdad bíblica, y quiénes están dañando la iglesia con sus escritos, libros publicados, y libros traducidos.

3 Latitudinarismo. En la Iglesia Anglicana del siglo XVII, un latitudinario era uno que consideraba sin importancia adherirse a un sistema determinado de doctrina; lo que creyese era totalmente irrelevante. Aunque pensadores como Francis A. Schaffer asocian latitudinarismo con sincretismo, para un servidor hay una marcada diferencia: mientras que en el sincretismo se acepta todo lo que surge, en el latitudinarismo es irrelevante lo que se cree, independientemente de lo que es.

4 ‘Absorbismo’. Aquí estamos acuñando un término para indicar la acción absorbente que la iglesia practica en varias áreas. Recomiendo la lectura del libro The Subversión of Christianity (La subversión del cristianismo) por Jacques Ellul para entender bien cómo la iglesia tiene la costumbre de asimilar los vicios de la sociedad en que se desenvuelve, no sólo en el área de la práctica sino también en la de las doctrinas. Como ligero ejemplo citemos la introducción en la iglesia de cuanto estilo de música mundana existe y el vestuario de los músicos y cantantes.

En un Congreso de Evangelistas celebrado en Holanda, hará como un año, cantó y danzó un grupo que vestía nada más que ‘taparabos’, simplemente porque sus ancestros así vestían. Lo mismo en una Cruzada del Sr. Benny Hinn en una de las islas del Pacífico, danzó un grupo de hombres y mujeres, vestidos también con lo mínimo que autoriza para estos casos la Comisión Federal de Comunicaciones. Obviamente, son danzas típicas que probablemente se originaron para honrar algunos de sus dioses primitivos, pero: ¿Qué tiene que ver eso con el Evangelio?

Ahora está muy de moda que se inicien las convenciones territoriales y regionales con danzas en patines, fuegos y humos artificiales, juegos pirotécnicos, y el ondear de banderas. Recuerdo que cuando éramos niños se empezaban las convenciones estando todos de rodillas, en oración, abarrotado el altar de hermanos que deseaban que Dios se manifestara, siendo aquellas oraciones tan gloriosas y prolongadas que los cultos empezaban más tarde de lo anunciado. ¡Sigamos adelante con nuestras demencias, para ver hasta dónde vamos a llegar!

5 Milagrería. En el área de la milagrería algunos sectores de la Super Fe, Neopentecostales, y Carismáticos son más alarmantes que la Iglesia Católica del Medievo. Suficiente es mencionar lo que enseñan César y Claudia Castellanos en sus libros heréticos, que ya hemos citado en nuestros números anteriores hasta el cansancio. Una cosa son los milagros bíblicos, operados por Dios, de los cuales habla la Biblia extensamente, y que existirán hasta que el Señor levante a Su pueblo, y otra cosa son aquellos pseudo-milagros para la explotación de los ingenuos. No descartamos, en ningún momento, los milagros demoníacos como los hicieron los magos egipcios cuando Moisés y Aarón comparecieron ante el Faraón. Estos también entran en la categoría de la milagrería.

Este autor se ha estado documentando extensamente sobre el control mental que
muchas sociedades secretas y esotéricas, con influencia de las religiones orientales y fuerzas demoníacas, ejercen en los campos de la religión, la política, la educación, la economía, la industria, el deporte, los programas televisivos, la radio, las revistas, los periódicos, y sencillamente se encuentra mucho más que desconcertado.

Una vez que recaude la información necesaria y la constate con pruebas sólidas, la estaré compartiendo con los lectores. Simplemente, para pensar un poco: ¿Cómo es posible que prominentes evangelistas, pastores, y ministros, algunos de los cuales tienen sus populares programas diarios de televisión, sean masones del grado 33º, rosacruces, promotores de la Nueva Era, miembros de la diabólica sociedad secreta Illuminati, miembros secretos del Concilio de Relaciones Foráneas, y de la Comisión Trilateral?

Podemos, incluso, citar los nombres de aquellos que les han favorecido -y lo siguen haciendo- patrocinando sus Cruzadas; políticos criminales que son miembros de las sociedades secretas y esotéricas más perversas que hay en el mundo y que han fomentado el genocidio en infinidad de lugares.
La pregunta que muchos no quieren hacerse es: ¿Por qué estos renombrados ‘ministros de Dios’ son íntimos amigos de los políticos más perversos, degenerados y criminales que han existido e incluso participan de sus farándulas? ¡Mientras tanto, la iglesia sigue jugando a las muñecas e inventando más pasatiempos con los cuales jugar a la religión!

6 Profesionalismo teórico. Se debe analizar con toda seriedad hasta qué punto es moralmente ético y provechoso para la iglesia que se dicten conferencias y seminarios que son trabajos de investigación eminentemente teóricos, desprovistos de práctica de parte de quien los dicta, por ejemplo: conferencias sobre igle-crecimiento dictadas por personas que nunca han tenido un pastorado floreciente, que nunca han visto crecer bajo sus ministerios una congregación; conferencias sobre evangelismo explosivo dictadas por personas que raramente hacen trabajo personal de evangelización; conferencias sobre modelos especializados de ministerio a la comunidad dictadas por personas que están desconectadas del medio ambiente donde está la iglesia; conferencias sobre discipulado dictadas por personas que no han producido un solo obrero; conferencias sobre la familia y relaciones conyugales dictadas por personas cuyos matrimonios y hogares, dejan mucho que desear.

7 Triunfalismo. Una de las palabras que se usa con más frecuencia en las organizaciones cristianas es “éxito”. Por regla general, cuando se introduce a un predicador que no es conocido por la audiencia, se habla, no tanto de su carácter, ni de su vida espiritual, sino de sus logros estadísticos.

Generalmente se le prologa con el cliché: “Es pastor de la iglesia de más rápido crecimiento en (la denominación, la ciudad, la nación). Hubo, por lo menos en los Estados Unidos, dos programas cristianos, uno de televisión y otro de radio, que tenían que ver con “éxito”. El de televisión lo dirigía Robert Tilton, y el de radio, Derek Prince.

‘Éxito’ es una palabra sumamente subjetiva, ya que lo que el mundo considera éxito, no lo es necesariamente delante de Dios. ‘Éxito’ no es una palabra bíblica que califique el servicio de la Iglesia ni el de los siervos de Dios.

‘Éxito’ es un término del mundo asociado con ‘triunfalismo’, ‘popularidad’, ‘renombre’, ‘fama’, ‘dinero’, ‘aplauso’, ninguno de los cuales tienen lugar en el ministerio ni en la iglesia. Desde la perspectiva terrenal, y la mentalidad de los proponentes de la Teología de la Prosperidad y los de la Súper Fe, Cristo y los apóstoles no tuvieron ‘éxito’; fueron unos fracasados: fueron pobres, y murieron como mártires.

8 ‘Afolcloramiento’. Nuevamente, estamos acuñando una palabra para indicar la
asimilación en la iglesia de prácticas que son regionalistas, pero que no encajan con el Evangelio. Hasta cierto punto, es una continuación del punto cuatro, ‘absorbismo’.

Dentro de este afolcloramiento están:

a)Prácticas tradicionales de ciertos países o regiones, tales como la celebración del Día de San Valentín (‘del amor’, ‘de los enamorados’, ‘de la amistad’), ‘la coneja del domingo de resurrección’, ‘esconder huevos para que los niños los busquen el domingo de resurrección’, ‘halloween’ (día de las brujas,) ‘Santa Claus’. Muchos dirán que es extremismo, fanatismo, legalismo, el darle importancia a asuntos como estos. Pero, lo trágico es que no solamente se celebran estos eventos que son marcadamente mundanos, sino que toman el lugar de importantes celebraciones que deberían tenerse, en lugar de ellos.

Por ejemplo, ¿por qué no se celebra cada año el Día de la Reforma Protestante con sus gloriosos postulados, en lugar de la sandez del Día de las Brujas? ¿Por qué no se tienen una serie de cultos especiales explicando el significado de la Resurrección de Cristo, en lugar de disfrazarse de conejas que andan poniendo huevos? ¿Por qué no tener cultos especiales en la semana de Navidad, explicando el significado de la Encarnación de Cristo, en lugar de tener los modernos dramas que solamente sirven para hacer reír a la gente? Es obvio que la seriedad y la formalidad no son virtudes que se persiguen para la iglesia moderna; en su lugar, se prefiere la frivolidad y lo veleidoso.

b) Estilos musicales regionales eminentemente mundanos. De ninguna manera es un ataque a la música que identifica a una determinada zona geográfica: la referencia es a aquella clase de música que es típica del mundo pagano, compuesta por personas que celebran el vicio, el sexo, la sensualidad, el crimen, la violencia. Todo himno debe ser compuesto bajo la dirección del Espíritu Santo, tanto su letra como su música.

Si la música, con independencia de la letra que tenga, estimula más los instintos sensuales que la reflexión, la concentración en Dios, y las necesidades del Espíritu, no debe usarse en la iglesia. Todo lo que no cultive el acercamiento y la postración ante Dios, de ninguna manera debe ser parte de la himnología cristiana. Si la ‘bendición’ se termina con la música, es completamente carnal: mientras hay ritmo, hay entusiasmo; se acaba el ritmo, y se termina el entusiasmo.

c) Clichés, que son cuñas de la carne. Los evangélicos criticamos la Iglesia Católica por el uso de rezos, que son oraciones repetitivas. Sin embargo, usamos ‘clichés’, que son la misma cosa. Por ejemplo, expresiones como: “¿Quién vive?” “¡Cristo!” “¿Y a su nombre?” “¡Gloria!” “¿Y a su iglesia?” “¡La victoria!” “Vamos a tener baile esta noche”; “Dejemos que el Espíritu Santo descienda y arme un revolú”; “Vamos a cantar este corito hasta que todos caigamos en bendición”; “¿Cuántos sienten la presencia del Señor?” con la consabida respuesta de la congregación: “¡Amén!” como si la presencia del Señor fuera una bolsa de agua caliente o un cataplasma de tomate hervido.

d) Manipulación de las emociones. Este manipuleo es típico cuando se recogen las ofrendas especiales de una manera particular en las estaciones ‘cristianas’ de televisión; uso indiscriminado de pasajes bíblicos y argumentos ridículos para sacarle el dinero a la gente; la triturada carnada de decirle a la gente en el momento de recoger la ofrenda, “Siembre una semilla”, dando a entender que den en proporción a lo que les gustaría recibir en retorno.

Ahora, ya no se ofrenda como un acto de agradecimiento y adoración a Dios, sino como que si fuera la bolsa bursátil donde hay que hacer inversiones, según como esté el mercado.

Conclusión. “El que tenga oídos para oír, ¡oiga!”


H. A.

pastor por cuanto traicionastes a Cristo

PASTOR, ¿POR CUÁNTO TRAICIONASTE A CRISTO?

(Dirigido a quienes abrazaron las doctrinas heréticas de César Castellanos)

La manera más apropiada de llamar el tiempo en que vivimos dentro de la Iglesia es “¡EL TIEMPO DE LA TRAICION!” La traición que Judas le hizo a Cristo no fue más que la antesala de la traición que vendría veinte siglos después. Se ha dicho “que el peor enemigo del Cristianismo en nuestros días es la Iglesia”, y que “el sitio más peligroso para los jóvenes, adolescentes y niños, también es la Iglesia”. La primera afirmación se fundamenta en las herejías que con tanta facilidad penetraron en la Iglesia, y la segunda, en la pederastia (abuso sexual de niños) tan rampante dentro de la Iglesia Católica, el homosexualismo de sus sacerdotes, y el adulterio y divorcio tan común dentro de las iglesias Evangélicas. Los eruditos que dividen la historia de la Iglesia en siete períodos, según las Siete Iglesias de Asia Menor a las cuales escribió el apóstol Juan, nos dicen que la iglesia de Laodicea representa la iglesia apóstata que será dejada en la segunda venida de nuestro Señor. Nuestro Señor y el apóstol Pablo hablaron acerca de la gran apostasía que ocurrirá antes de que El venga, tema que se cubrió en el número de noviembre próximo pasado de nuestra revista. Me pregunto, esta apostasía tan apabullante, cínica, desvergonzada y sarcástica que estamos viviendo en la Iglesia ¿no se le puede llamar también “¡EL TIEMPO DE LA TRAICION!”?


Características de la Traición

Toda traición tiene dos puntos de referencia que son regularizadores: atropello a la conciencia y transposición de prioridades. La definición más simple y clara de conciencia, es: “Conocimiento interior del bien y del mal”. Este conocimiento no consiste en el aprendizaje de una disciplina, de una materia, de un oficio. No tiene que ver con la destreza con que uno se vale de sus manos para ejecutar maniobras complicadas. Es una habilidad que Dios ha colocado en cada individuo para diferenciar entre lo bueno y lo malo. Se le puede llamar discernimiento, aunque éste es un tanto más complejo.
Toda traición va acompañada indefectiblemente de un atropello violento e intencional de la conciencia. Cuando voluntariamente violentamos la conciencia descendemos al reino animal inferior, donde lo que se impone es el instinto y la pasión bruta. No es necesario ponerle una venda a la inteligencia y guiarse por el instinto para caer en el ámbito del animal bruto: ¡Se cae en ese sitio cuando la conciencia es pisoteada y el orden de prioridades transpuesto! El orden correcto de prioridades es compañero inseparable de una conciencia no violada. Una vez que la conciencia y el orden de prioridades son transpuestos surge como un vándalo LA TRAICION. ¡Y cuántos traidores hay en la Iglesia! Traidores a sus conciencias, a su orden de prioridades, a sus añejas convicciones, a sus iglesias, a la sana doctrina, a la Biblia, a sus ministerios, y… ¡a nuestro Señor Jesucristo! ¡Qué ingenuos somos con la fe cristiana! Pensamos que un traidor es uno que dejó nuestras filas para hacerse católico, comunista militante, mormón o testigo de Jehová.
¡No, hombre! Hay traiciones más sutiles y malignas, embetunadas con la sofisticada farsa de una falsa piedad, y son estas traiciones rastreras a las cuales nos gusta cortejar. De ahí que la traición y la hipocresía siempre van tomadas de la mano. La traición y la hipocresía son indicios de apostasía. Lo indignante de todo este embrollo es que cuando se habla de apostasía se piensa en la Iglesia Católica, la Iglesia de Laodicea, la Iglesia Papal, la Iglesia Imperial. Esto es, “otros”, pero de ninguna manera “nosotros”. Y tenemos la desvergüenza de no detenernos para examinar nuestras vidas, y si lo hacemos, somos tan deshonestos que no encontramos ninguna falla. Como en una ocasión me dijera un miembro de una iglesia que pastoreaba: “Pastor, ¿se ha fijado que usted y yo somos los únicos santos que quedamos en esta iglesia?... aunque yo no estoy muy seguro de usted”.
¿Y a qué va este lenguaje agresivo? ¡A la sencilla razón de que nos hemos hecho tan alcahuetes con la herejía, el entretenimiento, la adoración circense, la predicación aguachenta y juglar, el comercialismo, la mundanalidad, el pecado abierto, los cantantes chabacanos, la burocracia, la politiquería aldeana y descarada, el apadrinamiento, el nepotismo, que todo esto no nos hace ni cosquillas!
Mientras tanto, la TRAICION a Cristo sigue su incesante galopeo arrastrando a la Iglesia al inevitable desastre que le espera. Pero la Iglesia no se da cuenta porque se encuentra envuelta en chiflidos, saltos marsupiales, danzas tribales, aplausos robóticos, y una liturgia más artificial y rastrillada que un discurso político.


Pastor, no digas que no sabes lo que haces

¡Cualquier ministro de la Iglesia de Dios, que haya estudiado en una escuela bíblica, que tenga un conocimiento somero de la Biblia, y que haya leído los libros de César Castellanos y abrazado su movimiento es un traidor a Cristo! ¡No es posible que mis nietos, cuyas edades oscilan entre catorce y ocho años, distingan las sandeces de los Castellanos cuando yo se las leo, y los pastores de la Iglesia de Dios no, al contrario, las defiendan y promuevan! ¿Por qué lo hacen, entonces? Porque la conciencia y el orden de prioridades han sido bombardeados por otros intereses que no provienen de Dios, sino de la carne y del demonio. Si lo niegan, ¡mienten! ¿Son el primer caso de traición en la historia? ¡No, hombre! Sencillamente siguen el laberinto que otros en la Biblia han andado. Esaú trocó su primogenitura por un plato de lentejas (Génesis 25:31-34), pero… después no tuvo oportunidad de arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas (Hebreos 12:16,17); Acán traicionó a Josué y al pueblo de Israel por un manto babilónico, un lingote de oro y doscientos siclos de plata (Josué 7:16-26); hizo que Israel sufriera una penosa derrota por su culpa, lo que no importó para él en comparación con su botín; pero… su traición le llevó a la muerte; Giezi traicionó a Eliseo y la causa de Jehová. Consiguió los dos talentos de plata y los dos vestidos nuevos (2 Reyes 5:20-27), pero… su traición atrajo sobre si la lepra de Naamán; Judas se codeó con las altas autoridades de Israel y de ellas consiguió treinta monedas de plata en canje por nuestro Señor (Hechos 1:18), pero… terminó reventado por la mitad y con sus entrañas derramadas… ¡es que las traiciones se pagan muy caras!


Una iglesia híbrida

La hibridación “es la fusión de dos células de distinta estirpe para dar lugar a otra de características mixtas”. El adjetivo “híbrido” es, por lo tanto, “lo procreado por dos individuos de distinta especie”. En el Valle del Yaqui, Sonora, México, de donde provengo, un científico norteamericano trabajó muchos años hasta que produjo, mezclando muchas variedades de trigo, uno cuyo tallo es corto pero la espiga larga. Con las variedades anteriores, las cosechas rendían una tonelada por hectárea; con su descubrimiento híbrido, seis y siete. Su labor fue reconocida con el premio Nóbel. Pero, los científicos después encontraron que el trigo híbrido que él creó no tiene las ricas propiedades alimenticias que tienen los anteriores. ¡Un descubrimiento pomposo que hizo más daño que bien! ¡Así es la iglesia híbrida de nuestros días: pomposa, pero vana! ¡Mucho ruido y pocas nueces! ¡Mucha gente, pero pocos santos! ¡Muchos músicos, pero pocos misioneros! ¡Muchos programas, pero nada permanente! ¡Muchos camaleones y convenencieros, pero pocas voces proféticas! ¡Muchos burócratas, pero pocos siervos! ¿Y la Iglesia que Cristo fundó? ¡Bien gracias, escondida en el libro de Los Hechos! ¡A ver quién la descubre!


H. A

17 señales de la apostasia

DIECISIETE SEÑALES DE LA GRAN APOSTASIA DE LOS ÚLTIMOS DÍAS

Este es un tema que muy poco se trata en la iglesia contemporánea. Los predicadores entusiastas, neopentecostales, carismáticos, y pentecostales, principalmente los evangelistas que recorren las iglesias, hablan de grandes avivamientos que ocurrirán precediendo la segunda venida del Señor. César Castellanos afirma que:

“Hemos recibido la Palabra en el sentido de que en los años venideros habrá gente hambrienta por conocer el mensaje de salvación, millones y millones correrán por las calles demostrando su deseo de saber de Cristo…” 1

También afirma con tonos enajenantes:

“Las congregaciones de tipo parroquial en las que no hay más de 200 personas no estarán en el modelo porque cada iglesia será de mínimo cien mil miembros, con un pastorado especializado coordinado a través del modelo de los doce impactando a toda una ciudad o a toda una nación.” 2

Los proponentes de la “Teología de la Reconstrucción” o “El Reino ya”, que es prima hermana de las enseñanzas de Cesar Castellanos, afirma que Cristo no vendrá hasta que la Iglesia haya conquistado el mundo por medio de la conversión de todas las gentes.
Pero, el Nuevo Testamento no habla de grandes avivamientos anticipando la segunda venida de Cristo, sino de una gran apostasía. Con respecto a la segunda venida de nuestro Señor y nuestra reunión con El, el apóstol Pablo escribió:

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:1-3). A Timoteo, el mismo apóstol le escribió: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1), y ya antes le había dicho: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1).

La apostasía en La Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamentos, se caracteriza por lo siguiente:

Uno: El abandono de la fe, a fin de seguir lo que el mundo ofrece. El apóstol Pablo dijo de Demas: “Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido…” (2 Timoteo 4:10). Por lo tanto, la apostasía es un abandono intencional de la fe cristiana, por considerar que el mundo con sus atractivos es superior. El apóstata hace una comparación entre la Iglesia y el mundo, Cristo y el diablo, el cielo y el infierno, la santidad y el placer, y se decide por el mundo, el diablo, el infierno y el placer. Este fue el caso no sólo de Demás, sino de Israel en el Antiguo Testamento con sus muchas apostasías.

Dos: Por la revoltura que se hace de la fe cristiana con las costumbres, creencias y estilos que predominan en el mundo: es decir, es una mezcla de ambos para generar una religión híbrida. Este es el tipo de apostasía más peligroso. Etimológicamente, apostasía entre los antiguos griegos quería decir: “Salirse del camino, continuar caminando paralelamente al camino real pensando que se transita por él, pero arribando a un destino distinto.” “Apostasía” es un término alarmante que los eruditos y hombres genuinos de Dios están sonando con sus trompetas para despertar a la iglesia.
Pero, gracias a todas las drogas soporíferas que la iglesia ha venido consumiendo con extraordinario deleite, no se le puede despertar de su profundo letargo. Y si es que no lo sabemos, “letargo” (griego, λήθαργος) no es una siesta vespertina, sino “el síntoma de varias enfermedades nerviosas, infecciosas o tóxicas, caracterizado por un estado de somnolencia profunda y prolongada.” Muchos transitan por un camino religioso, se divierten en él, se sienten realizados, son entretenidos con repertorios carentes de sentido y contenido bíblico, asisten a iglesias donde los pastores tienen la diabólica habilidad de hacer que todos se sientan bien con sus bufonadas. Pero, no transitan por el camino real que es Cristo, sino por el paralelo que les lleva a un destino de condenación.
Joel Osteen, pastor de la mega iglesia de Houston, Texas, que heredó de su padre (porque ahora las iglesias son propiedad de los pastores y cuando ellos se retiran instalan a sus hijos aunque no valgan un sorbete), prometió solemnemente a su congregación que “nunca en la vida usará en sus mensajes la palabra ‘pecado’.”
De esta manera, todo el que asista a su iglesia se sentirá bien cómodo en el aglutinamientos de anatomías que ahora se denominan “iglesia”.

Las evidencias de que la iglesia cruza por un momento de clara apostasía son muchas, entre ellas:

- La vida frívola de los cristianos.
- La insensibilidad hacia la santidad de Dios.
- La naturalidad con que se practica el pecado.
- La introducción en la iglesia de cuanto estilo de adoración extravagante y ridículo que va surgiendo.
- El desprecio declarado hacia la sana doctrina.
- Desprecio a la instrucción. De ahí, la eliminación de la Escuela Dominical.
- La marcada indiferencia hacia la Palabra de Dios.
- El materialismo de las iglesias, ministros y miembros.
- Las competencias para ver quién tiene la iglesia más grande.
- El número alarmante de ministros que caen en adulterio, que se divorcian, y que siguen inamovibles en sus púlpitos.
- El concepto tan bajo que el mundo secular tiene de las iglesias, de los ministros y de los cristianos.
- Los estilos de adoración sensuales de parte de músicos, vocalistas y cantantes nómadas.
- El protagonismo y señorío que muchos pastores tienen sobre las iglesias.
- El nepotismo que hace de las iglesias una empresa familiar.
- La facilidad con que las personas se hacen cristianas, se bautizan y se hacen miembros de las iglesias.
- La sustitución de la Biblia por la psicología.
- La politiquería, el caciquismo pueblerino, el apadrinamiento, y la burocracia que distinguen a tantas personas que ostentan cargos eclesiásticos.

Quien tenga verdaderamente sensibilidad y discernimiento del Espíritu Santo sabe perfectamente bien que esta es la realidad de la iglesia contemporánea.

Lo que nos corresponde hacer, es lo que dice la Biblia:

- Humillarnos
- Arrepentirnos de todo corazón
- Regresar a la Biblia
- Abandonar todo lo que no se encuentra en la Biblia
- Procurar ser como la iglesia del libro de Los Hechos.


H. A.


NOTAS :

1 César Castellanos, Sueña y ganarás el mundo, G12 Editores, Miami,
2003, p.201.
2 Ibid., p.200.

Clamor a Dios sucumbe ante la G12

Viendo por television Clamor a Dios he sentido una gran indignacion por lo que estaba viendo.Un hombre como Jorge rashkee,que estuvo peleando la batalla contra la G12 ha sucumbido ante la misma.Quede horrorizada al escuchar a esta pastora decir que lo quepuede cambiar a Puerto Rico es el levantar el diezmo!!!!Pero como es posible semejante disparate?Lo unico que puede salvar a Puerto rico es que se humille delante de DIos.Aplaudo al pastor Julio ribas Dominicci,que desistio de participar en esta actividad.Julio Ribas es de las pocas voces que la g12 no ha callado y que no se vende.Fue increible escuchar a una Nancy Amancio ,cantarle a la confesion positiva.La mayoria de los que hablaron son G12.La pastora Dorcas indicaba que cuando viera a la iglesia prosperar que no dijeran que eraporque estaban haciendo trampa????osea ,no me investigues si me vez prosperar de forma extraña.Eso se vio muy feo,que pena que este pasando estas cosas en mi Puerto Rico querido.Por eso estamos asi,porque por dinero hemos vendido nuestra primogenitura.Despierta Iglesia!

El regreso de los Vigilantes

La Biblia habla con detenimiento  sobre los vigilantes. Especificamente apocalipsis. Ellos estan todos encerrados en los abismos y que seran...