martes, 23 de septiembre de 2008

congregaciones enfermas

Una congregación enferma. Por Kittim Silva
ministerios escribió "Desde los días de la iglesia Primitiva han existido congregaciones enfermas como las de Corintio y Galacia. De las siete iglesias de Asia Menor (Apocalipsis 2 y 3), la única que gozaba de buena salud era la de Filadelfia.Muchos pastores se frustran al no ver crecimiento, progreso y vitalidad en la congregación que les ha tocado dirigir. La razón es que está enferma, aunque quizás no lo demuestre.Muchas congregaciones tienen un alto índice de mortalidad pastoral. Un pastor no sobrevive como líder mas de tres años. Esto se debe precisamente a la mala salud de ellas. Otras congregaciones mueren ya ancianas; mientras algunas fallecen jóvenes. Esto como consecuencia de que enfermaron, no fueron curadas y dejaron de existir.En este capítulo se pretende hacer un examen médico espiritual a muchas congregaciones enfermas, y una autopsia espiritual a las que han fallecido. Para esto me concentraré en los síntomas, las causas y la prevención.1.Los síntomas de una congregación enferma.La palabra “síntoma” se define como “Fenómeno propio y característico de una enfermedad.” Estos términos figurativos se refiere al indicio de una condición de carácter patológico.Ninguna persona se enferma sin que antes sienta y revele ciertos síntomas. Basado en esos síntomas, un médico puede hacer un diagnóstico preliminar del paciente. Las congregaciones enfermas revelan síntomas de su condición y padecimientos.A. El síntoma de la apatía. Se define “apatía” como: “dejadez, indolencia”. La congregación apática en su adoración, apática en su compromiso eclesial y apática en su misión de ser “sal” y “luz” del mundo, tiene que tener alguna enfermedad.B. El síntoma de la falta de asistencia al templo. La falta de asistencia a los cultos de adoración y a las actividades de la congregación son algo sintomático. Los creyentes no acuden a las reuniones por la falta de interés personal y espiritual.Muchos pastores sufren y se van afectados por la ausencia voluntaria de muchos feligreses. El creyente al que le falta agradecimiento hacia el Señor Jesucristo, pierde interés en la participación en la comunidad de la fe.Otros se ausentan porque le han quitado el tiempo al Señor Jesucristo, para dárselo al trabajo, la familia, las diversiones o la pereza. Tienen tiempo para todo, menos para el Señor Jesucristo y la iglesia.Tenemos también los que se ausentan en forma de protesta como si estuvieran en huelga. Piensan que al dejar de asistir a los cultos podrán transmitir un mensaje de descontento e inconformidad con la condición presente de la congregación.C. El síntoma del descontento. Los creyentes disgustados con otros, como un diácono o el pastor, no podrán participar de los cultos. Al templo se asiste para alcanzar paz, consuelo, motivación y gozo.D. El síntoma de la enemistad. Las congregaciones enfermas tienen entre sus creyentes personas enemistadas que no se hablan. Ellas adoran a Dios, oran, visitan, escuchan el sermón y van al altar juntos, pero no están unidas en el Espíritu.E. El síntoma del chisme. Se define el “chisme” como “murmuración, noticia o informe con que se mete la cizaña.” El chisme destruye caracteres, mancha a ala iglesia, afrenta al carácter santo de nuestro Señor Jesucristo y es una daga que Satanás entierra por la espalda a la congregación. Los chismosos son creyentes carnales y espirituales anormales, faltos de madurez espiritual y motivados por sus pasiones.2.Las causas de la enfermedad de la congregación.Las congregaciones se enferman porque algo o alguien es responsable. Es necesario entonces que busquemos al responsable.A.Pastores enfermos. Un pastor enfermo en su liderazgo espiritual, que dirige una congregación como una fábrica de obreros, puede contagiarla con su mal y enfermarla. Los ministros emocionalmente inmaduros no deben pastorear el rebaño del Señor. Su liderazgo será dañino.Otros pastores, al igual que líderes espirituales, enferman a las congregaciones con la proclamación de un misticismo que pone más énfasis en las señales que en la Biblia, en lo emocional que es la fe. El misticismo es una manera errada de vivir la fe cristiana.B.Pastores asalariados. Todo ministro que ejerce el pastorado, bíblicamente tiene el derecho de recibir un salario (1 Timoteo 5:18). Las congregaciones que no hacen provisión económica para el siervo que las dirige, administra y les sirve, no participan en un pacto financiero con Dios.En el otro extremo, un pastor sirve a una congregación, no porque trabaja por un salario y por los beneficios que se reciben de un trabajo, sino porque ha tenido un llamamiento aprobado al ministerio. Un examen sencillo que se le puede dar a un líder sobre el particular sería: ¿Estaría dispuesto a ejercer este ministerio aunque no se le pudiera remunerar? Si su respuesta es afirmativa, este líder ha sido llamado por Dios y no es asalariado. Si contesta negativamente, no ha sido llamado a este ministerio particular.Los pastores que su*****ben ante la avaricia del dinero, jamás podrán ejercer un ministerio sano para una congregación. Tarde o temprano la avaricia será una “llaga” que infectará al “cuerpo” eclesiástico.C.Pastores “termostatos”. Un termostato es un instrumento que regula la temperatura, el termómetro la registra. Muchos pastores son los termostatos de su congregación. Regulan el tiempo que se le debe dar al Señor Jesucristo y el que el Espíritu Santo quiere usar para fluir dentro de la vida de la iglesia.Hace algún tiempo fui invitado a predicar por otro pastor, a quien el Espíritu Santo emplea en la interpretación y explicación bíblicas.Esa noche yo sentía que esa congregación tendría la unción sobrenatural del Espíritu Santo. Emocionado, sentía allí el flujo del Espíritu Santo y visualizaba su derramamiento especial sobre esa comunidad de fe.De repente, me interrumpió el otro pastor en mi meditación con una nota que me pasó, la cual decía: “Kittim: Para comunicarme con claridad, permíteme informarte que el sermón del domingo por la noche debe durar de 10 a 15 minutos. La razón es que hay muchos hermanos que se levantan a las 4.00 a.m. Gracias”.Esa nota interrumpió el programa del Espíritu Santo para esa comunidad espiritual. Por la experiencia de predicar de cinco a diez minutos en mi programación radial, esa noche sólo prediqué nueve minutos. Cuando terminé le dije al otro pastor: “Si me pides que predique cinco minutos también lo hago.”A pesar de que me dio una buena ofrenda, la cual agradecí, hubiera sido preferible predicar a es comunidad de redimidos en una dimensión sobrenatural.Espero que algún día dicho hermano venga a ocupar el púlpito de nuestra congregación. La nota doblada que le pasaré dirá: “Fulano, puedes predicar 40, 50 o 60 minutos. Si necesitas tiempo para predicar, bien puedes disponer del que quieras. La congregación está acostumbrada a recibir todo lo que el Espíritu Santo le quiera ofrecer. Gracias.”D.Los tesoreros. Muchos tesoreros son de bendición al líder que tienen en la congregación. Otros se inflan con una falsa autoridad que no les corresponde y se comportan como amos y dueños de las finanzas. No tienen visión para entender en qué proyectos espirituales se debe invertir para *****plir con la gran comisión de la evangelización. Muchos proyectos que realizados hubieran sido de gran bendición a una congregación se han paralizado por errores del tesorero.A muchos tesoreros les gusta ocultar la información financiera y, si no es bajo presión, rehúsan presentar los informes de tesorería. Algunos se vuelven látigos de los pastores, fustigándolos y desafiando su autoridad espiritual. Esta clase de tesoreros carnales deben renunciar o la junta de gobierno o síndicos debe pedirles la renuncia inmediataSe de un tesorero que en ausencia de su pastor saboteó su oficina pastoral. Cuando el pastor regresó notó que de su archivo habían desaparecido notas e informaciones confidenciales. Posteriormente este mismo tesorero trató de sacar al pastor de la congregación. El resultado fue que el pastor, hombre de Dios, se retiró y con él fueron más de dos terceras partes de la congregación.Otro tesorero se oponía enojado al aumento modesto del salario del pastor. La congregación lo había aprobado, los síndicos estaban de acuerdo, pero el tesorero dcía: “Yo no apruebo, ni tampoco pagaré ese aumento.” Individuos como este enferman a las congregaciones.E. Creyentes difamadores. Recuerdo en mis primeros días de pastorado a una hermana que, según su radar espiritual, pensaba que yo no era la persona que el Señor Jesucristo quería que pastoreara la congregación. Ella se quejaba de que yo era muy joven (aunque hacía unos diez años o más que había sido ordenado al ministerio y pastoreaba). También señalaba mi temperamento sanguíneo y enojadizo cuando se me molestaba. Decía que yo era predicador y no pastor. Todo lo que hacía, decía y decidía, ella lo reprochaba.Sin darse cuenta, esa hermana comenzó a producir una atmósfera de tensión y contiendas en ese pueblo de Dios. Aun más, le decía a los hermanos que estaba orando a Dios para que El me sacara.En medio de esas tormentas, aunque la barca pastoral de mi esposa y yo se llenaba de agua, y parecía anegarse, nunca se hundió, pudiendo llegar a la costa de la voluntad divina.Otras creyentes se dedican a hacer daño, poniéndose en contra de la obra del Señor Jesucristo, obstaculizando su misión. Se vuelven como Pedro cuando trató de reconvenir al Señor para que no descendiera a Jerusalén donde sería apresado, muerto y resucitado (Mateo 16:21). Pedro le dijo al Señor: “Ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca” (Mateo 16:22). A lo que el Señor le respondió: “Quítate de delante de mí, Satanás...” (Mateo 16:23). En griego dice: Upage opiso mou satana” ¡Satanás, ponte detrás de mí!”Una disección espiritual de los creyentes difamadores revelará celos, envidias, orgullo, presunción, insubordinación, venganza, falta de espiritualidad, competencia, inseguridad...3. La prevención de la enfermedad de la congregación.A.La oración. Esta no puede perder su vigencia dentro de la experiencia del pueblo de Dios. La inoculación de la oración las congregaciones podrán resistir las enfermedades que amenazan con invadirla.B.La unidad. En Hechos 2:1 leemos: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban unánimes juntos.” El avivamiento de Pentecostés fue la respuesta a un despertamiento de oración y unidad (Hechos 1:14) que durante diez días los seguidores de Jesús de Nazaret celebraron en el aposento alto.En el avivamiento de Pentecostés las naciones que en Babel se desunieron alcanzaron la unidad. Las lenguas de Babel eran de desunión, las de Pentecostés de unión. Por decirlo así fue una restauración lingüística (Hechos 2:8-11).La unidad de la iglesia significa que como cuerpo, del cual Jesucristo es la cabeza, no puede ni debe funcionar desmembrada. Da pena admitirlo, pero muchas congregaciones se inflingen heridas y producen sus propias amputaciones.La unidad del cuerpo místico de Cristo en la comunidad de la fe tiene sus aplicaciones:La unidad entre el pastor y sus líderes (junta de ancianos, diáconos, síndicos, líderes departamentales). La unidad es un elemento aglutinante. Esta unidad del pastor y los dirigentes es más que la representación de verse juntos en la misma visión, compromiso y deseo de servir.La unidad del pastor y los creyentes. Estos deben tener libertad de comunicación con su pastor. El pastor tiene que salir de su oficina pastoral y bajar de su púlpito hasta los bancos donde están los miembros necesitados.La unidad de los líderes y la congregación. Muchos líderes a causa de su título y posición se sienten por encima del resto de los santos. Han desarrollado muchas obras religiosas y no desean participar de la congregación con el pueblo santificado.Los líderes deben servir al pueblo y no están únicamente para ser servidos por el pueblo. Hay que usar las cosas y amar a la gente, no usar la gente y amar las cosas.Los líderes que sólo buscan su bienestar no son auténticos. Abusan de la confianza del pueblo. Se aprovechan de su posición. En cualquier momento sus torres de Babel se les derrumbarán y sus techos de cristal se les romperán.C.El amor. Así como el amor produce sanidad en las relaciones matrimoniales, familiares y humanas, también sana las heridas que los problemas inflingen en las congregaciones.El amor es algo que se ofrece, se comparte, es una entrega de uno a los demás. El amor es altruista; busca el bien de los demás. El amor supera las diferencias personales entre los creyentes, dando así lugar a la experiencia de la comunión o congregación (gr. Koinonía).D.La fe. La fe como elemento de vitalidad congregacional se ha diluido en muchas comunidades cristianas con un misticismo exagerado, con una fe demasiado activa y un emocionalismo carente del poder del Espíritu Santo.La fe (gr. Pistis) significa firme persuasión, una convicción que resulta en confianza, confiabilidad, fidelidad y certeza. La fe bíblica tiene como contenido la Palabra revelada por Dios y como objeto a Dios mismo.Una comunidad que tiene fe refleja la buena salud espiritual sobre los creyentes, pero la fuente de esa fe debe ser la Biblia.E.El Señor Jesucristo. El imán de la gracia que mantiene a los creyentes en comunión y unidos es Jesucristo. Cuando miramos su perfección dejamos de ver nuestras imperfecciones. Su salud se convierte en la sanidad de la iglesia.Para concluir tenemos que decir que para cualquier enfermedad congregacional, Jesucristo tiene la medicina.

Los hombres son tan chismosos como las mujeres?

para qué sirve el chisme
[Benedict Carey] Implementa normas y asegura la cohesión de grupos sociales.
Los chismes jugosos corren tan rápidamente -¿Eso hizo? ¿Tiene fotografías?- que poca gente tiene tiempo de taparse las orejas, aunque quisieran."Me entero de un montón de cosas en el pasillo, cuando voy a clases", dijo Mady Miraglia, 35, profesora en una escuela secundaria en Los Gatos, California, sobre un empleo previo, donde oyó un comentario de colegas sobre los pecadillos sexuales y peleas en los cursos de sus colegas."Para ser honesta, me hace sentir mejor como profesora oír los chismes sobre otros", dijo. "Yo estaba sola, no tenía ni idea cómo eran recibidas mis clases, y los chismes me daban esa conexión. Y sentí que me daba un cierto prestigio, saber cosas, estar dentro".El chisme ha sido durante largo tiempo desdeñado por los investigadores como poco más que ruido de fondo, disparates sin una función útil. Pero ahora algunos investigadores dicen que el chisme debería ser central en cualquier estudio sobre la interacción de grupos.Para la gente es irresistible, y por buenas razones: El chisme no sólo ayuda a aclarar y reforzar las reglas que mantienen a la gente trabajando junta, sugieren los estudios, sino que hace circular información que es crucial sobre la conducta de los otros que no puede ser publicada en un folleto de la oficina. Tan a menudo como mancha reputaciones, dicen los psicólogos, el chisme también ofrece un punto de apoyo a los recién llegados a un grupo y una red de seguridad para los miembros del grupo que se crean en peligro de caer en desgracia."Existe la tendencia a denigrar el chisme como indiscreto y poco fiable" y no digno de un estudio serio, dijo David Sloan Wilson, profesor de biología y antropología en la Universidad del Estado de Nueva York en Binghamton y autor de ‘Darwin's Cathedral', un libro sobre la evolución y la conducta de grupo. "Pero el chisme puede ser un instrumento muy sofisticado de interacción multifuncional que es importante para el control de la conducta en un grupo y la definición de los requisitos para ser miembro".Cuando una o más personas se reúnen para compartir información interna sobre otra persona que no está presente, ha menudo esparcen noticias importantes, y permiten un ritual mutuamente protectivo que ha evolucionado desde primitivas formas de socialización, dicen algunos biólogos.Estudios de largo alcance de los polinésicos, de niños estadounidenses en la escuela secundaria y de residentes rurales de Newfoundland y México, entre otros, han confirmado que el contenido y la frecuencia del chisme es universal: la gente dedica desde un quinto a dos tercios o más de sus conversaciones diarias al chisme, y los hombres son tan ávidos de morbo como las mujeres.Las indiscreciones, mentiras y engaños entre amigos o conocidos constituyen, por supuesto, la mayor parte de los materiales más salados, y la mayoría de la gente cuenta sus mejores hallazgos al menos a otras dos personas, concluyen los estudios.Los chismes se extienden por casi todos los grupos sociales, y funciona, en parte, para evitar que la gente se aleje demasiado de las normas del grupo, escritas y de costumbres, dicen cientistas sociales.En un experimento reciente, el doctor Wilson dirigió a un grupo de investigadores que preguntaron a un grupo de 195 hombres y mujeres que midieran su aprobación o desaprobación en varias situaciones en las que la gente habla a espaldas de un vecino. En una de ellas, un ranchero se quejó ante otros rancheros que su vecino no había reparado su corral, dejando que el ganado saliera a vagar y comer gratis. La información era correcta, y los estudiantes no desaprobaron el chisme.Pero en particular los hombres, hallaron los investigadores, objetarían fuertemente si el ranchero decidiera cerrar la boca sobre el incidente de las vallas."Simplemente tendría que contar el problema para advertir a los otros rancheros", escribió uno de los participantes en el estudio, expresando la opinión común de que, en este caso, no chismorrear ponía en peligro al grupo."Se supone que no debemos chismear, que nuestra reputación cae a pique, pero en este contexto debería esperarse que chismorrearas: estás obligado a contarlo, como la versión informal del código de honor en una academia militar", dijo Wilson.Esta dinámica de control de las normas difícilmente se confina al laboratorio. Durante 18 meses, Kevin Kniffin, un antropólogo de la Universidad de Wisconsin, estudió las interacciones sociales de un equipo de regata de una universidad, sobre 50 hombres y mujeres que remaban juntos en grupos de cuatro u ocho.El doctor Kniffin dijo que todavía estaba analizando sus apuntes de la investigación, Pero un hallazgo preliminar, dijo, era que los niveles de chisme aumentaban fuertemente cuando el equipo incluía a un gandul, un joven que falta a menudo a las prácticas o llega demasiado tarde. Compañeros del equipo hacían a sus espaldas bromas sobre la vida sexual del gandul y crueles comentarios sobre su carácter y madurez, en parte debido a que los defectos del hombre hablaban mal de todo el equipo."Tan pronto como este tipo dejó el equipo, la gente volvió a hablar de la radio, de comidas, de política, del tiempo, de ese tipo de cosas", dijo Kniffin. "Había muy pocos chismes negativos".Dada esta función protectora del grupo, chismorrear muy poco puede ser al menos tan arriesgado como no chismorrear demasiado, dicen algunos psicólogos. Después de todo, el rumor es la moneda social más altamente valorada que hay. Mientras el humor y las historias pueden alegrar cualquier ocasión, una buena primicia se extiende en una habitación como una droga prohibida e irresistible, pasada de uno en otro con asentimientos y sonrisas maliciosas, en discretas salidas al balcón, al pasillo, en el lavabo.Saber que tu jefe engaña a su esposa, o que una cuñada tiene problemas con la bebida o que un rival se ha beneficiado con un fondo de inversiones secreto, puede ser muy importante, y en muchos casos cambiar para mejor la conducta de una persona."Todos conocemos a personas que no están orientadas hacia el mundo social, que si participaran en sesiones de chismes se enterarían de un montón de cosas que necesitan saber y sobre las cuales no pueden enterarse en ningún otro lugar, como por ejemplo su grado de fiabilidad, si son de confianza", dijo Sarah Wert, psicóloga en Yale. "No participar en el chisme a algún nivel, puede ser poco sano, y anormal".Hablar de la escuela también puede actuar como un amortiguador de depresiones ligeras. En un estudio reciente, Wert hizo escribir a 84 estudiantes universitarios sobre una época de sus vidas en que se sentían especialmente aislados socialmente, y también sobre recuerdos de haber sido aceptados calurosamente.Después de terminar la tarea, Wert pidió a los participantes que chismorrearan con un amigo sobre algún conocido mutuo, mientras ella filmaba las conversaciones. Los que tenían una alta estima de sí mismos mostraban un esquema claro: cuando se sentían aceptados, esparcían chismes buenos, y del tipo despectivo cuando se sentían marginados.El chisme puede implicar hablar despectivamente sobre otros para sentirse mejor con la comparación. O simplemente puede ser un modo de conectarse con otros y compartir incertidumbres. Pero el resultado final, dijo, a menudo es un alivio saludable de ansiedades sociales y profesionales.Miraglia, la profesora de secundaria, dijo que en su anterior trabajo encontró especialmente reconfortante oír historias sobre la lucha de otros profesores más antiguos para controlar a estudiantes difíciles. "Era mi primer trabajo, y me sentía abrumada, y oír decir a alguien: ‘Nadie controla a ese curso' sobre otro profesor, me ayudaba a tener más confianza", dijo.Dijo que también se enteró sobre profesores que hacían comentarios inapropiados sobre sexo a los estudiantes, una clara violación de las normas de la escuela y de normas profesionales.Normalmente, los chismosos aptos presienten qué tipo de conversación discreta será mejor aceptada en un grupo específico. Por ejemplo, un equipo de trabajo estrechamente unido con valores claros -trabajar hasta tarde, por ejemplo-, tenderá a acoger a una persona que se queja en privado sobre un colega que se marcha temprano y rechazar a otro que se queja de los trabajos a deshoras.En contraste, un equipo de vendedores ampliamente dispersa puede chismear sobre colegas, pero tomarlo ligeramente, permitiendo que los miembros trabajen como quieran, dijo Eric K. Foster, investigador del Survey Research de la Universidad de Temple en Filadelfia, que publicó hace poco un análisis del chisme.Es más difícil juzgar cómo el chisme se traslada entre grupos divididos en facciones, como compañías que tienen divisiones completamente independientes, dijo Foster. "En esas situaciones, es la persona que gravita hacia una posición intermedia, que hace conexiones entre las facciones, es la que controla el flujo del chismes y tiene un montón de poder", dijo.Esa gente puede enmascarar intenciones dudosas, esparcir rumores falsos y manipular a otros durante años, como sabe cualquiera que haya trabajado en una organización durante bastante tiempo. Pero en la medida en que el chisme sano ha evolucionado para proteger a los grupos sociales, el chisme finalmente también expondrá a los que engañan y traicionan. Después de todo, los chismes particularmente maliciosos tienen uno o varios autores y cualquier red de chismes que funcione construye una memoria.Así lo hace la gente sintonizada en la red. En un estudio de 2004, los psicólogos pidieron a estudiantes universitarios de Ohio que respondieran un cuestionario, preguntando sobre los mejores chismes que habían oído en la última semana, el último mes y el último año. Los estudiantes explicaron por escrito de qué se habían enterado con las historias. Entre las lecciones de vida: "La infidelidad siempre se descubre", "La gente alegre no es necesariamente la gente más feliz" y "Que alguien diga que tiene fotos de algo, no significa que las tenga realmente".Ninguna de estas las aprendieron en clases.20 de agosto de 2005 16 de agosto de 2005

El regreso de los Vigilantes

La Biblia habla con detenimiento  sobre los vigilantes. Especificamente apocalipsis. Ellos estan todos encerrados en los abismos y que seran...