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domingo, 21 de septiembre de 2008

afilando nuestras propias armas

Afilando nuestras propias armas. Carlos Navas
El liderazgo juvenil está afilando sus habilidades en territorio enemigo, en la novedad del mundo que nos rodea. ¿Qué sucede si tu liderazgo se fundamenta en principios del mundo?
AFILANDO NUESTRAS PROPIAS ARMAS Pastor Carlos Navas TXT: 1 Sam 13: 19-23. INTRODUCCION. Uno de los grandes problemas que hemos tenido en nuestro trabajo con jóvenes, es que nuestras armas son muy débiles, no somos expertos en usarlas. Ante esto hemos tenido que usar las armas del mundo y los resultados han sido desastrosos. Es mejor que comencemos a afilar nuestras propias armas, el siguiente bosquejo te ayudara a tener un mejor compromiso con tu capacitación bíblica y espiritual en tu estilo de liderazgo juvenil.DESARROLLO 1. No había un diestro en armas. (vs. 19). Contexto (pelea contra los filisteos). a. “En toda la tierra de Israel”. - En toda una nación no se encontró alguien que supiera de armas. - Quién es diestro en la oración, en el ayuno, en la adoración, en la Palabra. - Quién le está enseñando a los jóvenes a todo esto, sino sabemos usar las armas. - Quién está escuchando la voz de Dios, para darle al pueblo el mensaje. - Quién está viviendo en santidad, para que nos enseña como hacerlo nosotros. - Les exigimos tanto a ellos, pero no les enseñamos como, porque no sabemos. b. Los filisteos: “que no hagan espada”. - No dejemos que se armen. - El enemigo no quiere que te armes, así no serás un peligro para él. - Siempre estarás ocupado para orar, siempre estarás cansado para leer la Biblia. - Estarás desanimado para no adorar. - Tu carne, El mundo, Satanás no dejarán que tú encuentres la oportunidad de ser más fuerte. - Debes trabajar más duro para forjar un ejército de soldados: armados, listos y peligrosos. - Recuerda: “El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”. 2. Afilando nuestras armas con el enemigo. (vs. 20). - Aquí empieza lo interesante, como no tenemos armas, no hay quien sepa usar nuestras armas, entonces vamos a territorio filisteo a buscarlas. - Así es como hemos hecho de nuestras reuniones de jóvenes un SHOW, hemos hecho cada cosa con nuestros jóvenes. - Buscamos cada cosa para motivarlos, menos a Dios. - Nuestros músicos, van al mundo a perfeccionar sus técnicas para ser mejores: estás yendo a territorio enemigo para afilar tus armas. - Los predicadores ahora damos “monólogos”, los estamos sacando de los filisteos. - El mundo se nos metió en la iglesia, y los jóvenes son el blanco preferido porque nadie quiere afilar las armas en territorio de santidad, terreno de Dios. - Hacemos cada cosa en nuestras reuniones, para que sean motivacionales, simplemente porque NO TENEMOS LA PRESENCIA DE DIOS. - Dios debe seguir siendo la atracción de nuestros cultos, la motivación y el propósito de ellos. - Los predicadores nos convertimos en conferencistas, nuestros mensajes son temas motivacionales y charlas de superación personal sacadas de Internet, a las que les ponemos un par de versículos bíblicos para disimular, pero no son revelación de Dios. - La idea es quedar bien con los jóvenes para que no se aburran y regresen la próxima semana. - Los directores de alabanza, son vocalistas de grupos, solistas o presentadores de televisión, buscando las frases que motivan a gritar, movimientos que animen a la gente, aprendiendo técnicas para manejar multitudes. - Manipulación, usando cada muletilla: aplausos, gritos de júbilo, los “amén”, “¿cuántos?”, etc. - Con el cuentecito de una nueva “estrategia evangelística” nos mezclamos en el mundo. Con el cuento de una “iglesia moderna”. - Las congregaciones son nuestro “público”, los espectadores, hacemos de nuestras reuniones de jóvenes un “club”, en donde pueden hacer contactos, encontrar novio o esposa. - Vs. 21 estamos pagando un precio muy alto por esto. Al usar las armas del enemigo lo único que hacemos es enseñarles que el mundo es mejor que nosotros, que el mundo tiene la solución, les enseñamos amar las armas del enemigo. 3. En el día de la batalla NADIE tenía espada. (vs. 27). - Cuando viene la prueba. - Cuando viene el desánimo. - Cuando viene la tentación. - Cuando viene las pasiones de la juventud. - No tienen nada con que defenderse. - El resultado: homosexualidad en la iglesia, pornografía, levantan las manos a Dios con cantos de Marcos Witt y salen a oír a “Britney”, encuentran novia en la iglesia con la que están teniendo relaciones sexuales, masturbación, manoseo en los novios, no saben si tomarse una cerveza es bueno o malo, etc. - EL TRIUNFO DEL PECADO, y luego vienen al culto a llorar un poquito y cantar unos cantos sentimentales para acallar la conciencia, pero no conocen a Dios. - Perdemos generaciones, 4. Afilemos nuestras propias armas. - volvamos a la oración. - Volvamos a la santidad. - Volvamos a la adoración. - No necesitamos cristianos post- modernos, necesitamos cristianos a la antigua: como Esteban, Timoteo, Daniel, José, David. - Acaso Dios a perdido la capacidad de seducirnos, acaso el no es suficiente para que nuestros jóvenes lo anhelen con pasión viva. Acaso la Palabra de Dios no es poderosa para cambiar la vida de ellos y darles la victoria. CONCLUSION. - Hechos 4:31-32. Vino la prueba y lucha, pero ellos tenían sus armas afiladas. Cuando oraban la tierra temblaba. Su unidad los hacía fuertes. El pecado era delatado (Ananías y Safira). Eran Invencibles. No necesitaban las armas del mundo, el mundo les temía, ellos trastornaban al mundo. Si queremos una generación de discípulos, es hora de afilar nuestras propias armas.

El regreso de los Vigilantes

La Biblia habla con detenimiento  sobre los vigilantes. Especificamente apocalipsis. Ellos estan todos encerrados en los abismos y que seran...