viaje misionero cambia la vida de una joven

Viaje misionero cambia la vida de una joven... la nueva generación está cumpliendo la gran comisión



Chris Mitchell – CBN News - Mozambique
¿Cómo es el primer viaje misionero para un joven adolescente?
Grace Mitchell viajó a Mozambique al sureste de África y vivió de primera mano, cómo es el campo misionero. “Todos deberían tener esta experiencia”.
Grace estuvo una semana en un orfanato a las afueras de Maputo, la capital de Mozambique. Aquí cuidan a 350 huérfanos desde niños hasta adolescentes, tienen una escuela para la comunidad y usan las instalaciones como base de alcance ministerial. “No esperaba algo así. Los chicos eran tan amorosos y querían nuestra atención y todo eso, pensaba que sería deprimente – nada como esto... Ellos vienen donde uno y se le suben encima y te empujan al suelo, juegan y te dan mucho amor”.
Steve Lazar, Director del orfanato dice que “muchos tienen una visión limitada de lo que son las misiones. Algunos creen que se trata de ir a lo más profundo de África y ser hervido en una olla o algo así. Pero hay muchas oportunidades para las misiones”.
Esas oportunidades incluyen cuidar bebés, muchos infectados con el sida. Otras incluyen simplemente hacer aseo, trabajar con estudiantes en la escuela ó proyectos de alcance comunitario. Uno de los alcances más dramáticos es en un lugar llamado la Boccaria, un área junto al basurero comunal.
Parece otro mundo. Aquí cientos de personas se ganan la vida de los desechos de otros. Es un sitio desolado pero tierra fértil para la semilla del evangelio.
Justo al lado de esta pobreza extrema han plantado una iglesia que provee esperanza espiritual, sustento físico y gozo en medio de la difícil circunstancia. Durante su experiencia misionera, Grace encontró que no estaba sola.
La pastora Kathy Gray trajo este equipo desde Australia, es la novena vez que trae gente al campo misionero. “Todos dicen que no quieren volver a casa. Incluso al regresar a casa lo hacen como gente cambiada. Usted no puede ser el mismo tras experimentar un sitio como este donde están Jesús y su amor. No tiene precio”.
Parte del equipo de Gray incluyó a una madre e hija, Lynn y Karen.
“Siento que no voy a casa igual. Así que ha cambiado mi vida”. Justo hoy tuvimos un tiempo juntas y lloramos juntas. Creo que incluso hay una mejor conexión entre ella y yo”, dice Lynn.
Su hija Karen dice “de hecho hoy le estaba diciendo a mami que tal vez Dios tenía que traernos hasta aquí para de verdad conectarnos”.
Este equipo de juventud con una misión vino desde Nueva Zelanda a través de África.
“Los niños te rompen el corazón. Escuchas sus historias y todo lo que hacen, están tan enfocados en Dios de una forma que realmente no nos podemos imaginar”, dice el misionero John.
Muchos dicen que las misiones no son sólo para jóvenes. Así lo confirma la misionera Marie Irving, “desde que me retiré a los 60 he hecho cuatro viajes misioneros. Uno a Filipinas, dos a China y este a África. Y en cada viaje misionero he visto a Dios hacer milagros”.
Para algunos conocer gente es uno de los beneficios de las misiones. Grace encontró amigos de su edad entre el grupo australiano. Todos se hicieron amigos de los niños africanos y pasaron tiempo jugando en la arena o dejando que las chicas les hicieran trenzas en el cabello.
Pero Grace y los otros sólo pasaron un corto tiempo fuera de casa. ¿Qué de los misioneros de largo plazo? sería incorrecto pensar que el campo misionero no tiene riesgos, pero muchos de los que sirven a tiempo completo, como Sarah, creen que la recompensa sobrepasa a los riesgos.
“Para mi el mayor riesgo fue dejar mi familia y amigos, pero aquí estoy rodeada de tanta gente que me ama y de todos estos niños y jóvenes, incluso de los misioneros. Hay una comunidad tan increíble aquí que no siento que haya perdido nada”.
Grace experimentó esa comunidad brevemente. ¿Cómo resumir una semana en el campo misionero donde hubo tiempo para hacer amigos… confortar al pobre… y compartir el evangelio? “Ahora que he estado aquí por una semana y he visto las condiciones de vida y… ya sabes… cuán difícil es vivir aquí, siento más respeto por todos y por cómo viven”.
“Creo que las palabras de Mateo 28 son para todos los cristianos para que vayan al mundo a compartir el Evangelio. Ya sea en Mozambique o en América o en su propia ciudad o su propia comunidad o sea en un lugar como Mozambique”, señala Steve Lazar.