una llamada telefonica que debe de ser publicada

UNA LLAMADA TELEFONICA QUE DEBE SER PUBLICADA

La siguiente llamada telefónica se publica con la autorización del pastor que la hizo, cuyo nombre omitiremos por razones éticas, aunque él nos autorizó que usáramos su nombre si deseábamos hacerlo. La primera parte de la llamada la omitiremos ya que no viene al caso. Nos limitaremos a lo que es necesario que sepan nuestros lectores respecto a lo que sucede en los encuentros promovidos por Cesar Castellanos y los daños que causan a los que asisten a ellos.

“Hermano Hiram Almirudis:

Resulta que un hermano que conozco, el cual tiene como unos nueve años de convertido y es viudo, asistió a un encuentro de los que enseña César Castellanos. El encuentro lo organizó una iglesia que no es de nuestra denominación. Lo tuvieron en Corsicana, Texas. Después del encuentro, el hermano en cuestión vino muy contento a platicar conmigo para contarme la ‘grande bendición’, según él, que recibió en el encuentro. Cuando le hicieron la terapia regresiva o sanidad interior, ‘pudo platicar extensamente con su finada esposa…’”

V.C. Garland, Texas

Preguntamos:

¿Qué es lo que hacen los señores organizadores de estos encuentros para que las gentes tengan estas experiencias netamente espiritistas? ¿Dónde se ha visto que en un servicio regular de la iglesia alguna persona tenga experiencias de esta índole?

¿Y qué fue lo que los organizadores de este encuentro le comentaron al hermano en cuestión de lo que le sucedió? Por lo que se ve, le han de haber dicho que en verdad mantuvo una larga conversación con su finada esposa, y de esa manera protegieron la reputación del evento.

¿No hubo entre los asistentes alguien con el criterio suficiente y el conocimiento básico de la Biblia como para entender que lo que le sucedió a este hermano fue un encuentro con un demonio que personificó a su esposa?

¿Qué acaso ignoran que a esto se dedican las brujas y espiritistas, con la ventaja de que ellas cobran menos de lo que cobran los organizadores de los encuentros para “traer el espíritu de alguien con el que se desea platicar”, que no es más que un demonio embaucador? Por lo visto, a los seguidores de Cesar Castellanos y los practicantes de los encuentros que él enseña, no les importa un bledo lo que
dice Dios en Su Palabra:

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.” (Deuteronomio 18:10,11).


Por: Hiram Almirudis.