viernes, 14 de mayo de 2010

A los que aborrecen la sabiduria de Jehova

Jer 8:1  En aquel tiempo,  dice Jehová,  sacarán los huesos de los reyes de Judá,  y los huesos de sus príncipes,  y los huesos de los sacerdotes,  y los huesos de los profetas,  y los huesos de los moradores de Jerusalén,  fuera de sus sepulcros;
Jer 8:2  y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo,  a quienes amaron y a quienes sirvieron,  en pos de quienes anduvieron,  a quienes preguntaron,  y ante quienes se postraron.  No serán recogidos ni enterrados;  serán como estiércol sobre la faz de la tierra.
Jer 8:3  Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación,  en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden,  dice Jehová de los ejércitos.
Jer 8:4  Les dirás asimismo:  Así ha dicho Jehová:  El que cae,   ¿no se levanta?  El que se desvía,   ¿no vuelve al camino?
Jer 8:5   ¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua?  Abrazaron el engaño,  y no han querido volverse.
Jer 8:6  Escuché y oí;  no hablan rectamente,  no hay hombre que se arrepienta de su mal,  diciendo:   ¿Qué he hecho?  Cada cual se volvió a su propia carrera,  como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.
Jer 8:7  Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo,  y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida;  pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.
Jer 8:8   ¿Cómo decís:  Nosotros somos sabios,  y la ley de Jehová está con nosotros?  Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas.
Jer 8:9  Los sabios se avergonzaron,  se espantaron y fueron consternados;  he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová;   ¿y qué sabiduría tienen?
Jer 8:10  Por tanto,  daré a otros sus mujeres,  y sus campos a quienes los conquisten;  porque desde el más pequeño hasta el más grande cada uno sigue la avaricia;  desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.
Jer 8:11  Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad,  diciendo:  Paz,  paz;  y no hay paz.
Jer 8:12   ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación?  Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo,  ni supieron avergonzarse;  caerán,  por tanto,  entre los que caigan;  cuando los castigue caerán,  dice Jehová
Jer 8:13  Los cortaré del todo,  dice Jehová.  No quedarán uvas en la vid,  ni higos en la higuera,  y se caerá la hoja;  y lo que les he dado pasará de ellos.
Jer 8:14   ¿Por qué nos estamos sentados?  Reuníos,  y entremos en las ciudades fortificadas,  y perezcamos allí;  porque Jehová nuestro Dios nos ha destinado a perecer,  y nos ha dado a beber aguas de hiel,  porque pecamos contra Jehová.
Jer 8:15  Esperamos paz,  y no hubo bien;  día de curación,  y he aquí turbación.
Jer 8:16  Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos;  al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra;  y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia,  a la ciudad y a los moradores de ella.
Jer 8:17  Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes,  áspides contra los cuales no hay encantamiento,  y os morderán,  dice Jehová.
Jer 8:18  A causa de mi fuerte dolor,  mi corazón desfallece en mí.
Jer 8:19  He aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo,  que viene de la tierra lejana:   ¿No está Jehová en Sion?   ¿No está en ella su Rey?   ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla,  con vanidades ajenas?

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