lunes, 1 de diciembre de 2008

hechizeria en la iglesia

¿Hechicería en la iglesia?
Hay muchos eventos en la vida que parecen una completa paradoja, pero incluso la más leve insinuación de hechicería infiltrada en una asamblea cristiana, de inmediato resulta en un clamor de incredulidad, negación o incluso hasta se convierte en objeto de horror. Esto se debe al hecho de que las percepciones de la iglesia, al igual que los amplios conceptos de la hechicería entre la gente en general, no permiten ningún acomodo mental de una síntesis lógica de la hechicería y el cristianismo verdadero. Adicionalmente, la vasta mayoría de cristianos no reconocerían la hechicería incluso si realmente se hubiera introducido dentro de sus asambleas locales. No obstante, tal como declaramos anteriormente, desde los primeros días de la iglesia del Nuevo Testamento, los maestros falsos se introdujeron clandestinamente en las asambleas cristianas. Y yo me pregunto: Si la iglesia primitiva pudo ser engañada por el gnosticismo y otras creencias ocultistas, ¿qué hace a la iglesia moderna inmune a un engaño como la hechicería? Tomando en consideración la propagada ignorancia y las creencias erróneas respecto a la hechicería, considero que es necesario examinarla más cuidadosamente.
Orígenes de la hechicería
La naturaleza informal de la hechicería hace difícil determinar el número de personas involucradas en ella. Sin embargo, las estadísticas más confiables indican que a no dudar ha habido un crecimiento explosivo en las últimas dos décadas, en el número de personas involucradas en rituales paganos, prácticas ocultistas y hechicería en general, particularmente la Wicca. Una de tales encuestas llevada a cabo en julio de 1999, por el Pacto de las Diosas, reportó que el número de brujas y paganos en Estados Unidos, es de aproximadamente 768.400. Esta encuesta también indicó que el 65% de los adherentes paganos están entre las edades de 18 y 39 años y que el 71% son mujeres. A pesar de la popularidad de la hechicería, hay mucho debate y confusión no sólo respecto a sus orígenes, sino también sobre su sistema particular de creencias.La Biblia define a un brujo o hechicera, como una persona que utiliza las artes oscuras para manipular eventos, ponerse en contacto con los muertos o adivinar, fraternizando con los espíritus, conocidos hoy en los círculos de la Nueva Era como “espíritus guías”. Tal como indican las encuestas, las brujas y hechiceros del día moderno son un amplio segmento demográfico clasificado como “paganos” o “neopaganos”. En la actual sociedad posmoderna son vistos generalmente como benignos, personas a quienes les gusta “abrazar a los árboles”, “una especie de hippies amantes de la naturaleza”. No obstante, un estudio amplio de las prácticas ocultistas y religiosas del pasado no sólo revelan una amplia propagación de la influencia demoníaca y satanista, sino también de la infiltración de “la magia negra” satanista y la hechicería antigua.A la inversa, los neopaganos insisten en que la palabra «pagana», derivada del concepto de alguien que mora en el campo o en los bosques, fue un término despectivo inventado por la iglesia medieval de Roma para denigrar no sólo a esos que se rebelaron en contra de su jerarquía eclesiástica, sino también como un medio de reprimir a las mujeres. Mientras este concepto tal vez encierra algo de verdad, cualquier intento de la comunidad neopagana de apropiarse de los conceptos usados por el catolicismo para adelantar su propia agenda, no constituye ninguna prueba concluyente de ausencia de actividad demoníaca dentro del paganismo.En conjunción con esta línea de razonamiento, la mayoría de las brujas modernas consideran la hechicería, la religión de la naturaleza, como panteísta o politeísta, manifiestamente una religión basada en las antiguas religiones paganas. Los neopaganos tratan de retener los aspectos básicos mientras descartan los elementos de esas religiones que consideran que ya no son recomendables. En otras palabras, la mayoría de brujas modernas y neopaganas han desarrollado una versión homogénea, saneada y políticamente correcta de las religiones antiguas que antiguamente incorporaban tales prácticas como los sacrificios de animales, castración ceremonial, canibalismo y prostitución santificada, todo lo cual era supuestamente exigido por los dioses y sus consortes y en el pasado.La clave para comprender la hechicería moderna es captar el concepto de la diosa madre. Una vez que se incorpora este aspecto en la ecuación, puede verse claramente la hechicería moderna, la cual se centra principalmente en la religión de la naturaleza, en la cual se considera toda la naturaleza como divina y a “Gea”, “La Madre Tierra”, como un ser vivo que respira, una entidad que debe ser adorada. Tal como dice Johanna Michaelson en su libro publicado en inglés Como corderos al matadero: «Algunas brujas y hechiceros trazan sus tradiciones a los mitos de los antiguos griegos y romanos; otros a los egipcios, sumerios, a los dioses nórdicos de los vikingos, o los antiguos celtas. Sin embargo, otros alegremente mezclan todo tipo de tradiciones y orígenes, incluyendo porciones y pedazos de la moderna ciencia ficción y fantasía de películas populares como ‘Viaje a las estrellas’, la trilogía del ‘Señor de los anillos’, para crear su propia interpretación única y serie de rituales».Margot Adler, bruja declarada y feminista en su libro Bajando la Luna: Brujas, druidas, adoradores de la diosa y otros paganos en Estados Unidos hoy, cita a Morgan McFarland, una bruja de Dallas que dice: «Me veo a mí misma como monoteísta que cree en la diosa, en la creadora, en el principio femenino, pero quien al mismo tiempo reconoce que otros dioses y diosas existen por medio de ella como manifestaciones o facetas de un todo».Hay muchos peligros en la búsqueda de esta adoración neopagana de la diosa. En primer lugar, el punto de vista básico del mundo de los neopaganos, tal como vemos en lo que dice Morgan MacFarland, es el tipo de panteísmo considerado como «panenteísmo», el cual asegura que todo es Dios, pero la señora MacFarland incorrectamente le llama monoteísmo. Este punto de vista no sólo rechaza tajantemente la Palabra de Dios y al Señor Jesucristo como salvador de este mundo, sino que también acepta las “doctrinas de demonios”proclamadas por los espíritus guías a los cuales se tiene acceso cuando se adora a la diosa.Incluso aún más abominable es la atracción de la filosofía claramente satánica del “lado oscuro”. El abrazar el panteísmo condenará a sus adherentes al infierno, pero el abrazar la filosofía del “lado oscuro” es tan mortal, no sólo para el seguidor, sino para muchos de los que están en contacto con ellos. Uno de tales ejemplos, de esos que se volvieron al “lado oscuro” es el científico en cohetes Jack Parsons, quien aseguraba ser el anticristo, también Aleister Crowley, quien en su tiempo fue conocido como el hombre más diabólico en el mundo, Albert Pike, Adolfo Hitler, y el infame Charles Manson.
Evolución de la hechicería moderna
Las líneas del argumento ya están trazadas: Si un neopagano practicante de la Wicca, asegura que no tiene relación alguna con Satanás, insiste en que el diablo no existe, pero cree en la Diosa Madre, ¿es o no es brujo? Pero... Esos que aseguraban ser hechiceros en el pasado, ¿seguían el mismo molde o de hecho adoraban al diablo? Es fácil descubrir la verdad del asunto. La brujería o hechicería fue progresando de su antigua posición de hechizos y conjuros utilizando fuerzas paranormales, sacrificios de animales, humanos e incluso adorando al diablo hacia una cultura moderna más afable, gentil, civilizada, políticamente correcta, tal como la principal corriente liberal protestante ha sido moldeada por la cultura moderna.El consenso moderno de las brujas fue dado en 1484 con la publicación El martillo de las brujas, escrito por monjes dominicos que eran miembros de la inquisición. Según esta publicación, la hechicería no era una conspiración hereje para derrocar la iglesia de Roma y establecer el reino de Satanás en la tierra. «De acuerdo con las confesiones de ellos, las brujas volaban en caballos demoníacos, tenían bacanales, danzaban y copulaban unas con otras y con adivinos y encantadores, y algunas veces con el propio diablo».Esta era la percepción que se tenía de la hechicería en el Nuevo Mundo y fue lo que se compendió en “Los juicios a las brujas en Salem” en Nueva Inglaterra en 1692. En pocas palabras, los testimonios revelan varios hechos:• Que muchas de las que fueron acusadas, condenadas y ejecutadas por el crimen de hechicería fueron víctimas inocentes.• La evidencia también revela que ciertamente no todas las víctimas eran inocentes y que hay evidencia indiscutible de crímenes al grado de asesinato que involucraba la manipulación de fuerzas paranormales.• Según la confesión de William Barker en los juicios de Salem, había 307 brujas esparcidas a través de Nueva Inglaterra, y estaban involucradas en una conjura para reemplazar el cristianismo en el Nuevo Mundo con la adoración del diablo.Sin embargo, la hechicería de Salem y en la Europa precolonial, no se parece a la versión moderna de la brujería que se conoce popular y públicamente en este siglo XXI como la Wicca. Los miembros de Wicca creen que su religión fue creada en Inglaterra por el funcionario retirado y ocultista Gerald Gardner en la década de 1940, y que salió a la luz pública en 1954, una vez que fueron abolidas las últimas leyes que perseguían la brujería en Estados Unidos.Lo que Gerald Gardner pretendía, según sus propias palabras, era sacar a la luz el culto de la brujería tradicional, argumentando que era una religión a punto de perderse en el mundo moderno. De hecho, Gardner comenzó a estudiar y a escribir sobre la brujería y los rituales de los tiempos antiguos formulando lo que hoy muchos conocen como Wicca, pero lo que la gran mayoría ignora es el hecho, que los rituales que Gardner registró fueron escritos por el notorio “mago negro”, Aleister Crowley después de que se convirtió en un iniciado del Ordo Templi Orientis de Crowley.Paradójicamente, la gran mayoría de Wiccans afirman, que no creen en Satanás o el diablo como tal, sino que adoran a la Diosa Madre como se revela en la naturaleza. La mayoría profesa una religión al estilo de La guerra de las galaxias que habla de la unidad, la interconexión, inmanencia y comunidad, como los aspectos de la diosa. Como ellos mismos y todo lo demás son uno, una misma cosa con la diosa, tratan de ir a su yo interior para descubrir la divinidad dentro de ellos mismos, y así alcanzar su pleno potencial humano.En otra especie de contradicción, la mayoría de Wiccans aseguran que el consorte de la diosa es el dios místico Pan. La mayoría de religiones paganas y neopaganas, adoran o reconocen la existencia de muchos dioses como manifestaciones de la divinidad. A Pan se le revela como una criatura parte hombre, pero con las patas, los cuernos y las orejas de un macho cabrío, incluso se le retrata como un sátiro, con el cuerpo superior de hombre y el inferior de un caballo. Pan es el dios del otro mundo, de los bosques, “el dios de la caza”. La descripción de Pan equivale a la de Osiris en los misterios egipcios, Baco en los misterios babilonios y al Baal del Antiguo Testamento, y puede trazarse directamente a Nimrod, a quien la Biblia describe como “vigoroso cazador delante de Jehová” y el constructor de la torre de Babel.El médico y misionero escocés David Livingstone escribió: «En los tiempos medievales, el diablo era conocido como la Cabra de Mendes... De acuerdo con los Misterios Egipcios y tal como es documentado por Plutarco el escritor griego, después que Sem desmembró el cuerpo de Osiris, su pene nunca fue encontrado, Isis entonces hizo una réplica de oro de este órgano y la enterró en Medes, en donde había un templo al dios cabro. Plutarco hizo notar que se escogían a las mujeres más hermosas para que se acostaran con la Cabra divina de Mendes».De manera interesante, Mendes es el nombre egipcio tanto para Pan como para cabra. Por consiguiente, cuando las brujas modernas admiten y reconocen a Pan como consorte de la Diosa, así sea que estén conscientes o no, están admitiendo el origen satánico de una religión que paradójicamente y de manera enfática niega la existencia de Lucifer.Cuando se llega a estas conclusiones lógicas, uno razonablemente cuestiona la correlación entre la Diosa Madre y Lucifer. Si la Diosa Madre tiene a Pan como su consorte, ¿acaso Pan no es sólo otra manifestación del propio Satanás? Además, si Pan es sólo una manifestación de la divinidad, ¿acaso no hace esto de la Diosa la personificación del propio Lucifer? Pero, entonces... ¿Cuándo se originó la adoración de la Diosa Madre? La Biblia registra en el Antiguo Testamento, la veneración de Astoret, Asera, Astarté, Isis, la “Reina del Cielo” y otras variaciones femeninas de la diosa. La realidad es que la hechicería moderna tuvo sus orígenes en la torre de Babel, cuando se inició la adoración a la diosa madre y el culto a la “madre y al niño”, que ha sido evidente en las religiones del mundo por los últimos 4.500 años. Es evidente que tuvo su comienzo en los misterios de Babilonia que se originaron con Semíramis la viuda de Nimrod, y Tamuz, “el hijo de la viuda”.Las variaciones y múltiples sectas que se derivaron de la adoración a la diosa madre y las religiones misteriosas, influenciaron incluso al judaísmo. Los judíos fueron afectados por el ocultismo cuando concibieron una “interpretación oral mística del Antiguo Testamento conocida como la Cábala”.Aunque aseguraron falsamente que la Cábalafue estructurada antes del diluvio, la realidad es que este sistema representa la introducción de doctrinas ajenas que fueran adoptadas por los judíos en la ciudad antigua de Babilonia, cuando los israelitas estuvieron cautivos durante la primera parte del siglo VI A.C.La Cábala es uno de los ancestros directos del gnosticismo y con el avance de los moros en Europa en el siglo IX, las sectas místicas que se infiltraron en el sur de Europa trajeron consigo el dualismo gnóstico que conducía directamente a la adoración de Satanás.Según el médico y misionero David Livingstone, «Ellos adoraban a Lucifer, considerando el mundo material como su obra, y sosteniendo que al satisfacer los placeres carnales se estaban adaptando a su Demonio Creador. Se decía que el gato negro figuraba en las ceremonias de ellos como un objeto de adoración... en sus orgías nocturnas realizaban sacrificios de niños y usaban la sangre para hacer el pan de la eucaristía de la secta».
La magia blanca y la magia negra
Fue así como la hechicería que se originó en la torre de Babel fue evolucionando, de la adoración abierta a Satanás a la versión moderna de lo que hoy se conoce como Wicca. Sin embargo, al igual que su malvado y perverso espectro, la base, el fundamento de la Wicca, de la magia blanca y de cualquier otro sistema neopagano de creencias, es la adoración implícita del propio Lucifer acechando bajo la fachada diluida de la Diosa Madre.El finado Anton LaVey, fundador y autodesignado sumo sacerdote de la iglesia de Satanás en San Francisco, California, tenía un punto de vista muy dogmático de esta pregunta. En su libro La bruja satánica, declaró: «Cualquier joven o mujer que asegure practicar sólo ‘Wicca’ o ‘magia blanca’, o se está engañando a sí misma, o tiene mucho que aprender».A la luz de la historia y de esta declaración de LaVey, uno debe admitir por doloroso que sea, que la naturaleza engañosa del propio Lucifer se evidencia en el hecho, que esas personas que creen que están buscando a la divinidad en su interior, exteriormente y en realidad están sirviendo «al dios de este mundo», al propio Lucifer.
La diosa madre y la iglesia
Ahora este es uno de los puntos básicos establecidos como la posición de la hechicería moderna. El asunto que vamos a plantear a continuación, es hasta dónde se ha infiltrado esto en la iglesia. Vale la pena aclarar, que cuando hablamos de iglesia, nos estamos refiriendo a quienes profesan haber sido salvos por la fe en la sangre derramada por el Señor Jesucristo, y que de ninguna manera nos referimos a esos en el campo modernista que exhiben sólo la fachada de cristianos.Toda esta discusión excluye al catolicismo romano, el cual en sí mismo es un bastión del paganismo de la “magia blanca”. Tampoco estamos acusando necesariamente a ningún individuo o individuos, de involucrarse o practicar la hechicería, a menos que lo digamos abiertamente.La intención de esta discusión, es llamar la atención a esos que con o sin intención, están introduciendo terminología y doctrinas de demonios en la psiquis de quienes no sólo profesan ser cristianos, sino también en la de esos que han sido evangelizados. Vamos a examinar a continuación cómo la adoración de la diosa se ha infiltrado en la iglesia.Una vez más Margot Adler nos provee la información básica necesaria para comprender la relación de la bruja moderna con la Diosa Madre, dice en su libro Bajando la Luna: Brujas, druidas, adoradores de la diosa y otros paganos en Estados Unidos hoy: «Los brujos se consideran a sí mismo como sacerdotes y sacerdotisas de una antigua religión europea chamánica de la naturaleza que adora a una divinidad que está relacionada a la Diosa Madre en sus tres aspectos de virgen, madre y bruja. Muchos también adoran a un dios relacionado con el cornudo antiguo, el dios de los animales, el dios de los muertos y el señor de los bosques».Esta declaración innegablemente es una imagen al espejo de la hechicería moderna. Una religión de la naturaleza que visiblemente se originó en las antiguas religiones paganas. Starhawk, una bruja declarada, en su libro La danza de espiral, claramente expone los tres principios que constituyen el núcleo de la religión de la diosa:1. Inmanencia. Cada uno de todos los seres humanos es una manifestación de la tierra viva.2. Interconexión. Todos están vinculados al cosmos como parte de un organismo vivo.3. Comunidad. El enfoque primario no es en el individuo, sino en el grupo.
Hechicería, inmanencia, panteísmo y panenteísmo
Nos hemos referido ya a la infiltración de las filosofías panteístas en la iglesia. Ahora vamos a discutir la infusión de filosofías panteístas en la iglesia, gracias al argumento planteado por el señor Rick Warren en su libro Una vida con propósito, en donde dice: «Dios está en todas partes y es todo». Esta declaración del doctor Warren indudablemente refleja una forma de panteísmo.Ya he dicho en forma repetida que la filosofía panteísta enseña que “todo es dios”. Ésta es la estricta doctrina panteísta. El panteísta por ejemplo, puede decir que cuando está ingiriendo un vaso de leche, se está bebiendo a dios, porque lo que está dentro del vaso es también parte de dios. De acuerdo con estas creencias, un objeto es tan parte de dios como el otro, así sea inanimado o vivo. Sin embargo, la enseñanza de la hechicería no es tan estricta como el panteísmo. La hechicería enseña de una Diosa Madre trascendente que existe por encima de todo, como la fuerza que guía al universo. Además, esta enseñanza contiende que todas las cosas, así sean vivas o inanimadas, son manifestaciones de la Diosa Madre y en cada una de ellas reside la Diosa Madre. Tal sistema de creencias, es bastante cercano a una forma de panteísmo conocido como panenteísmo. Laurie Cabot, “la bruja oficial del estado de Massachusetts”, confirma esto en su libro Poder de la bruja, dice: «...las brujas creen que están unidas con la fuente de toda la vida, la Gran Madre, y en su posición como co-creadoras del universo».El panenteísmo simplemente declara que existe un dios o divinidad trascendente, una fuerza energética que gobierna por encima de todo y mora en todo. El panenteísmo básicamente exagera el panteísmo estricto hasta el punto que reconoce una fuerza que trasciende por encima de toda la creación. En otras palabras, el panenteísmo toma en consideración a una deidad que es más que “dios” que es todo en el universo, aunque el balance del universo es su manifestación y está habitado por esta misma fuerza conocida como “dios”. Además, la mayoría de las religiones paganas enseñan que el adepto individualmente puede ascender al punto de convertirse “enteramente en uno con la fuerza” o la Diosa Madre.Como un ejemplo adicional, el Dios verdadero es trascendente y omnipresente, pero no es completamente inmanente. Dios es Santo, trasciende por encima de toda su creación, además es omnipresente, es decir, que está siempre presente, en una forma trascendente, pero sin ser parte de su creación. Dios es inmanente, en el sentido que mora solamente en esos que aceptan por fe el sacrificio de sangre de su Hijo unigénito, Jesucristo. La Biblia enseña que toda la creación manifiesta o revela su gloria, majestad y poder creador, pero no expone el concepto panenteístico de que Dios se encuentra y es parte de toda su creación. La religión de la diosa difiere de la adoración del Dios verdadero en que la Diosa Madre, mientras es verdaderamente trascedente, también es completamente inmanente dentro de toda la naturaleza.Esto se ajusta muy bien a la traducción de Efesios 4:6 de la versión New Century de la Biblia citada por el señor Warren, de que “Él lo gobierna todo, está en todas partes y es todo”. Si cambiáramos esto a “ella” tendríamos una descripción perfecta de la trascendente Diosa Madre.La situación actual en el Movimiento de la Iglesia con Propósito es completamente una paradoja. Escogiendo un nombre al azar, ¿cree usted que a Charles Spurgeon, por ejemplo, se le habría podido ocurrir que un día un predicador conservador bautista enseñaría que Dios es inmanente, que está presente en todo? ¿Cree que la bruja Starhawk, quien afirma que todos los individuos son manifestaciones de la Diosa Madre, imaginó jamás que un predicador bautista conservador implicaría lo mismo del Dios de la Biblia? Porque si Dios “está en todo”, tal como la versión New Century de la Biblia y el doctor Warren afirman, ¿acaso no quiere decir eso que la humanidad por entero “está incluida también en ese todo?” ¿Era que alguien podía haber previsto este escenario? La mayoría de cristianos bíblicos, los verdaderos, ni siquiera en sus pesadillas más vívidas podrían haber concebido una desviación tal de la Palabra de Dios que le abriera las puertas a las enseñanzas de la hechicería en la iglesia.
Interconexión
Así sea que un individuo esté involucrado en el ocultismo, la hechicería, sea un estricto panteísta o un panenteísta, hay muchos denominadores comunes en este sistema de creencias. Uno de los principales componentes es la enseñanza de la interconexión. La bruja Starhawk definió el punto de vista de las brujas de la interconexión con esta declaración: «Todos estamos asociados con el cosmos como parte de un organismo vivo».Tal como dijera ya, los individuos involucrados en la hechicería están convencidos que todas las cosas, animadas e inanimadas son manifestaciones de la Diosa Madre, la fuerza viva del universo. Al igual que los panenteístas, la bruja Starhawk cree que todo está controlado y dirigido por la divinidad. Ese hecho, sin embargo no excluye a esos involucrados en la hechicería de las teorías evolutivas. Para ponerlo en palabras simples, el punto de vista de ellos de la evolución es una variación de la evolución teísta, ya que creen que la Diosa Madre controla el curso de la evolución.De hecho, el entero fundamento del punto de vista ocultista de la interconexión se basa en el concepto fuera de lugar de una “gran explosión” que tuvo lugar en el principio. Una vez uno considera el curso lógico de esta gran explosión, por ilógica que pueda ser la entera teoría, la conclusión razonable es el concepto de la interconexión. El proceso en esta línea de pensamiento, se desarrolló de la idea, de que según la gran explosión, el entero universo se formó de una partícula muy pequeña pero muy densa de materia. Ahora, si todo, y teóricamente cada persona, estaba ancestralmente unida y contenida en esta pequeña masa, que de acuerdo con algunos bien pudo ser del tamaño de un punto, entonces la humanidad por entero, todo lo demás y en general el universo, se originó de este extremadamente antiguo ancestro común. Si este verdaderamente fue el caso, cada individuo tendría una interconexión fisiológica e incluso psicológica unos con otros y con todo lo demás.Llevando este concepto hasta el próximo nivel, tal sistema de creencias lógicamente concluye, que todo el conocimiento del universo yace dormido dentro de cada persona, y que lo único que hay que hacer es lograr el acceso a este conocimiento. La creencia en la Diosa Madre simplemente toma la teoría de la gran explosión y declara que la divinidad es la propia fuerza viva que evolucionó de esa gran explosión y que controla la naturaleza manifestándose a sí misma en todo lo creado. Como resultado, todo es uno, todo está interconectado y todo es manifestación de la Diosa Madre, todo es digno de ser adorado, y de paso todo está evolucionando.El panteísta estricto tiene básicamente el mismo concepto de la evolución del hombre como el panenteísta, pero el punto de vista del panteísta estricto no permite una figura trascendente como la Diosa Madre. El panteísta estricto simplemente toma el punto de vista de que «si todo el conocimiento del universo está contenido en mí, entonces yo soy Dios. Pero yo no soy el único Dios, sino que todo lo demás en el universo también es Dios, y el ímpetu evolutivo impersonal finalmente llevará a la raza humana al próximo nivel de la evolución, al homo noético. Al final de esta etapa de la evolución, la humanidad en general no sólo se advertirá de que es Dios, sino que posee todos los poderes divinos».
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